Buenas tardes todólogos del mundo!
¿En alemán seria allesologos? Esperemos que no por que suena bastante mal! Hoy os voy a contar un poquito mi escapada de cuatro días por (como la he bautizado yo) BIER-LIN, o lo que es lo mismo la capital alemana de los litros de cerveza y el frío. La verdad es que aunque llevo varios días digiriendo la vuelta a casa todavía me llena de felicidad cerrar los ojos y trasladar-me a los momentos vividos allí. A veces la casualidad se alinea con los astros y te recuerda que perteneces a un lugar maravilloso cuando viajas a un sitio tan lejano y te encuentras allí con amigos y familia que casualmente estaban pasando el mismo fin de semana que tu en el mismo sitio. Es increíble el poder de las redes sociales y me flipa pensar que a veces estando tan lejos de casa puedes darte cuenta de lo afortunada que eres por la suerte de tener personas tan maravillosas en tu vida. Al final será cierto eso de que cuando menos planeas las cosas mejor y mas especiales son.
En el viaje además contaba con una gran todóloga como acompañante, mi prima María, que no solo es todóloga por que lo digo yo… ella tiene un comercio en mi pueblo (Els Coveros, un poco de publicidad encubierta no viene mal así que si queréis buen vino y el mejor trato B2C del mundo podéis pasaros por allí cuando queráis! Decid siempre que vais de mi parte aunque la sonrisa y la amabilidad son marca de la casa y están garantizadas) y seguimos con la explicación de por que mi prima es una gran todóloga, pues bueno, es sencilla la respuesta pero a la vez cuenta una historia muy bonita, ella regenta un comercio que esta situado en uno de los barrios antiguos del pueblo y allí todas las señoras mayores se pasan no sólo a compra, a veces piden ayuda para cualquier cosa, como por ejemplo a usar un teléfono para llamar a sus nietos o familiares. Me parece tan bonito el trato cercano que ofrecen los lugares así que sería una pena que desaparecieran por culpa de las comodidades del comercio electrónico o las grandes superficies…
En Berlín nos hemos reído prácticamente todo el tiempo y por casi cualquier cosa, ha sido un viaje de primas de lo mas cargado de anécdotas, tantas que si os las intentara contar todas estaríamos aquí hasta mañana por la mañana… así que os contaré un resumen de todas ellas. Lo más importante que me llevo es la caja de sonrisas que es la vida en si, y el placer de haberme reencontrado en Berlín con otra prima mia, Maria también (cuantas Marías y eso que todavía no es navidad!) y con un muy amigo que de la infancia ybsu novia Miquel y Maleni. Verte en un lugar tan lejano rodeada, sin planearlo, de gebte a la que realmente te unen tantas cosas es genial y una de las mejores sensaciones del mundo, ojala en todos los viajes pudiera sentir algo así, es la sensación de pertenecer a un lugar y sin embargo tenerlo en ese momento tan lejos… es pura mágia!
Y nada, en Berlin os recomiendo que regaléis besos a desconocidos en el muro, que hagais el free tour siempre y que toméis tantas jarras de erveza de litro como vuestro cuerpo os deje aguantar! BIER-LIN, BER-LIN o la ciudad que nunca duerme, la ciudad que siempre sorprende y a la que seguro segurissimo pienso volver!
¡Un abrazo!
Jú, #viajadorapermanente