Referentes y amistades

Hoy ha sido un día cargado de bastante magia. Debo reconocer qué ver nacer delante de nuestras narices el proyecto con el que llevamos soñando desde hace semanas, ponerle un punto de humor y que acabe siendo la mejor peor influencia del universo es algo que necesitaba. No puedo desvelar más porque de momento vamos a seguir trabajando para que lo flipéis tanto como nosotras (y esto ya es una gran pista). Mientras tanto… asumo que estoy en esa edad en la que me rodeo de gente con la que comparto (sobre todo) referentes, básicamente si no puedes entender que los NPC son trampantojos engañosos o A) llevas mucho rato fuera de mi vida o B) no te has enterado de nada.

Creo que la clave para saber que estás en un buen momento, consiste en mirar alrededor y si te sientes afortunada es, porque has llegado a un espacio-tiempo destinado a ser feliz. Puede que todos los sueños no se materialicen, algunos se pierden en el aire necesariamente para que los importantes, los bonitos e interesantes lleguen sin problema a tu vida. Me gusta pensar que soy dueña de mi destino y al mismo tiempo creo que puede existir un hilo rojo trenzado para unir nuestras vidas de forma irrevocable. ¿Quién no ha conocido a la persona más estupenda del mundo de la manera más random posible?

¿Destino, conexión, casualidad o causalidad? ¿Quien ordena las piezas del puzzle para que encajen de esta manera exacta? Son las preguntas sin respuesta en mi mar de dudas recurrente. En este mar donde naufragan algunas (por no decir: todas) mis expectativas habituales. Expectativas sobre amor, logros, trabajo, sueños… expectativas forjadas a base de libros y cine que crean una brecha bastante grande entre la realidad y la ficción. Y no estoy diciendo en absoluto que me guste más la ficción que mi propia vida, aunque sin un punto de humor no quiero ninguna de las dos.

¿No os pasa que os resuena muchísimo la frase de Amelie «son tiempos difíciles para los soñadores»? A mí me resuena bastante porque a veces me cuesta compaginar la vida normal con la onírica. Hoy he escuchado una frase que decía algo así como: «Si no luchas por tus sueños alguien te contratará para que trabajes por los suyos» y creo que tiene razón en parte. Bajo mi punto de vista puedes buscar personas con sueños afines y crecer en compañía compartiendo aprendizaje, y si tenemos suerte: un gran destino.

Nos leemos la semana que viene (con dos o tres sueños más cumplidos)

Júlia Esteve

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